El segundo día del Encuentro Internacional «El Proyecto Pastoral de la Evangelii Gaudium» trajo consigo multitud de intervenciones que recorrieron gran parte del documento de nuestro pontífice en lo que fue una jornada maratoniana. Para tal intenso día fue crucial comenzar con la Eucaristía, que se celebró en el altar de la cátedra de la basílica de San Pedro presidida por Mons. Rino Fisichella.
Después de ello acudimos nuevamente al aula Pablo VI donde nos reunimos unas 2000 personas de 60 países, siendo 362 sacerdotes, 13 diáconos, 34 obispos y más de 200 religiosos/as según datos de la organización.
En primer término se abordaron tres experiencias de Nueva Evangelización: «Pastoral en la Ciudad» por S.E.R. Cardenal Philippe Barbarin, «Familia» por el matrimonio austríaco Schmalzbauer y «Piedad Popular» por el Rev. Horacio Brito. A través de la primera intervención se nos recordo la riqueza de las ciudades como campo de evangelización siendo más que lugar de perdición destino hacia una nueva Jerusalén. El matrimonio a través de sus testimonio de vida mostró la necesidad de revalorizar el matrimonio cristiano y la educación en la fe en el seno familiar. En la tercera intervención de este primer bloque se reflexionó sobre las expresiones de piedad popular concretando el ejemplo de los santuarios, recordando que estos gestos también pertenecen a nuestra Iglesia y que desde la atención y el acompañamiento pueden convertirse en momentos idóneos para la evangelización.
Después de un merecido descanso se prosiguió con el trabajo con otras dos exposiciones a cargo de S.E.R. Mons. Víctor Fernández y S.E.R. Mons. José Rodríguez, tituladas «La Conversión Pastoral» y «La Espiritualidad de los Evangelizadores». En la primera se interpeló a aplicar la Evangelii Gaudium sin miedos ni prohibiciones, aunque ello supusiera la revisión de estructuras, así como «a descubrir lo caduco, lo que nos frena y nos distrae para así realizar una conversión estructural». En la segunda intervención se recalcó la necesidad de que los evangelizadores deben tener una espiritualidad fuerte para que sea el Espíritu el que hable.
Con esto se completó la mañana, y, tras un breve espacio comenzó la sesión vespertina con otro bloque de tres experiencias concretas: «Medios de Comunicación Social» por el Dr. R. Monthienvichenchai, «Via pulchritudinis» a cargo del P. Marko Rupnik y «Cultura del Encuentro» de la mano del Prof. Francesco Botturi. Brevemente nos espusieron la necesidad de adaptarnos y aprovechar nuevos espacios que brindan las nuevas tecnologías y que han provocado que nos encontremos ante una realidad distinta, la importancia de la belleza en los edificios como expresión del bien y la verdad y como testimonio, y de la cultura del encuentro que se expresa en la Evangelii Gaudium.
Después de todo esto llegó el momento más esperado del Encuentro con la llegada de nuestro papa Francisco. Éste se dirigió a todos nosotros con palabras de agradecimiento y aliento, recordándonos lo importante de la paciencia y la persistencia en la tarea, así como el amor que debemos transmitir a la hora de evangelizar, de acudir al otro. Después de esto saludó a un grupo de asistentes en representación de las diferentes nacionalidades participantes en el Encuentro, teniendo el gran honor de que uno de los diocesanos fue el representante de nuestro país y pudo saludar e intercambiar algunas palabras con nuestro pontífice.
Acto seguido concluimos la larga jornada con una intervención de S.E.R. Card. Laurent Monsengwo titulada «El dinamismo de la alegría en la vida cristiana» e insistiendo en la línea del papa Francisco de ser una Iglesia en salida, que va a buscar, que se mancha, que busca alternativas con la alegría de aquel que conoce el amor de Dios y quiere mostrarlo.
Con todo ello finalizó la jornada central del Encuentro, esperando a que el sábado se produzcan las últimas intervenciones, un espacio de debate y la síntesis y conclusiones del mismo.