10639572_608421135945205_5416826512661243794_nComenzó hoy el encuentro internacional «El Proyecto Pastoral de la Evangelii Gaudium» con una sesión vespertina que reunió a unas 1700 personas en el Aula Pablo VI en la Ciudad del Vaticano. Después de ponernos en manos del Señor en un momento de oración comenzó la sesión con un momento muy emocionante al escuchar el testimonio de D. Jean Vanier (Francia) fundador de las Comunidades del Arca y que también inicia las Comunidades Fe y Luz (dedicadas a la atención de personas con discapacidad). En sus palabras pudimos contemplar la emoción con la que relataba el trabajo de tantos años por amor a Dios con un colectivo de personas que durante la historia ha sido profundamente humillado. Nos recordó que debemos ser generosos, aprender a escuchar y acompañar, y, sobre todo, que «no vale nada ser intelectual ni donar bienes sin amor, y el amor no es otra cosa que paciencia».

Seguidamente y después de una introducción a cargo de Mons. Octavio Ruiz Arenas comenzó la primera ponencia a cargo de Mons. André Léonard (Bélgica), titulada «De la Evangelii Nuntiandi a la Evangelii Gaudium». En ella hizo una síntesis de las similitudes entre ambos documentos tales como la insistencia en el kerigma, en el poder del Espíritu Santo, la importancia de la Piedad Popular, de la homilía y la predicación y aspectos como la necesidad de centrarse en la realidad cristiana. Señaló algunos elementos fundamentales de la Evangelii Gaudium que definen la línea del documento y que llaman a la conversión pastoral en cada uno de sus párrafos. Por último incidió de forma latente en las ideas que revela nuestro pontífice en los párrafos del 46 al 49 del citado documento, que se refieren a una Iglesia de puertas abiertas. Una Iglesia que acoge y ama, pero que también tiene exigencias, recordando que «toda disciplina debe ser explicada con amor, con respeto y con paciencia».

La última intervención del día fue a cargo del Presidente del Pontificio Consejo para la Promoción de la Nueva Evangelización, Mons. Rino Fisichella, con una ponencia titulada «Evangelii Gaudium, un proyecto pastoral». Comenzó destacando el párrafo 25 del texto, el cual llama al pueblo a un estado permanente de misión, revelando así el planteamiento de Francisco. Recuerda también que ya Pablo VI en la Evangelii Nuntiandi párrafo 14 nos dijo que la Iglesia existe para Evangelizar. Bajo estas dos premisas y recordando la necesidad de ampararnos en la Palabra de Dios y de que toda la vida de la Iglesia es actividad pastoral, planteó a la audiencia que allí estuvimos una serie de interrogantes acerca de nuestras motivaciones, sobre nuestros discursos y nuestra actividad real. Hilo argumental éste que preparó el terreno para luego definir cuatro grandes puntos. El primero de ello se referia nuevamente a la pastoral vista a la luz de la Palabra, apuntando que de nada sirven los debates intelectuales sin un cambio de vida y afirmando que «el corazón muchas veces se pierde en las palabras». El segundo punto se refería a la pastoral vista desde la profecía, y aprovechó para argumentar cómo puede ser profética la pastoral, poniendo especial énfasis en el papel del Espíritu y la necesidad de hablar también de la profecía del Nuevo Testamento, que está a la luz del misterio Pascual. Para finalizar su espacio los dos últimos puntos que propuso hablaron de la pastoral en torno a la acogida y la necesidad de la formación.

Con todo esto finalizó la primera tarde del Encuentro dejando entre los que allí estuvimos una grata sensación, quedando todos espectantes ante un viernes que se avecina plagado de intervenciones fascinantes, entre ellas la del propio Papa Francisco.